Advertencia, este post trata sobre Batlle Scars (Miedo Encarnado: Heridas de Guerra) y destripa su final. Si no lo has leído y planeas hacerlo, abstente de continuar leyendo.
Cuando uno escucha que ha salido una nueva película de Marvel uno tiene tendencia a pensar, mira otra película basada en los personajes de los cómics. Parece que dentro de poco tendremos que hacer la reflexión inversa, un nuevo cómic basado en las películas. Ya habíamos visto antes cambios directos del cine sobre los cómics, los trajes de la Patrulla-X, un insultante intento de revertir a Mística a la apariencia reptilesca del cine, cargarse el matrimonio de Peter Parker (por cierto, ¿cuándo tardarán en devolvérnoslo a la adolescencia?), revisión del origen de Iron Man, devolverlo al alcoholismo, darle nombre propio a Pícara (tras años si tener nombre, de pronto todo el mundo empieza a llamarla por su nombre de pila como si ello fuera lo más normal), publicar Origin de Lobezno (creo que es la única influencia del cine sobre la que no tengo nada que objetar), dibujar los personajes con los rasgos de los actores y un largo etcétera.
Esto es exactamente lo que ocurre en Battle Scars (Miedo Encarnado: Heridas de Guerra). Una vez más las decisiones del director de la película, del equipo de casting o del encargado del vestuario repercute en los cómics. Ya teníamos a un Nick Furia de color en el Universo Ultimate, parece ser que no era suficiente, así que nos sacamos de la chistera a un hijo de color de Nick Furia, le arráncamos un ojo, le cambiamos el nombre por Nick Furia y que más da que no tenga ninguna experiencia como espía, lo metemos directamente a director de SHIELD.
La serie es interesante, te atrapa en sus páginas. Sufres al ver al protagonista, a quien asumimos una persona sin ningún tipo de superpoder, luchando contra supervillanos de primera índole. Sin embargo, a mi personalmente el final me ha dejado un sabor amargo.
En definitiva, que dejen al universo de los cómics en los cómics y al de las películas en las películas. Que no nos cambien 30 o 40 años de historia de un personaje solo por 2 horas de cine.
Bien. En principio estoy de acuerdo con el artículo, aunque lo cierto es que en ocasiones hay elementos que los comics tomaron de las películas y series de dibujos animados que han dado buen resultado. Por ejemplo, en el campo de los mutantes, los personajes de X-23 y Estrella de Fuego se tomaron de los dibujos animados. También el paso de Morrison por X-Men bebía en gran medida por las películas (por ejemplo, el ver la escuela repleta de estudiantes, en lugar de solo unos pocos). En el caso del "Furia Negro" creo que se han pasado, en mi opinión. Como bien dices en el artículo, ya existía en el Universo Ultimate. De todas formas, al margen de que me guste más o menos, lo cierto es que Yost ha hecho un buen trabajo con la serie limitada. Supongo que le dijeron algo como: "Queremos un Nick Furia negro. Apáñatelas como puedas". Pero ha creado una historia bastante mejor de la chapuza que podrían haber hecho otros.
ResponderEliminarEn efecto tanto, tanto X-23 como Estrella de Fuego provienen de los dibujos y sin duda han sido buenas aportaciones, igual que los estudiantes del Instituto Xavier, pero para mi hay una diferencia drástica entre el nuevo Nick Furia y los personajes que mencionas. Todos ellos no existían antes y no suponían una contradicción introducirlos, tampoco convirtieron a Estrella de Fuego en la compañera de Spiderman y el Hombre de Hielo. Para mi eso no es forzar el Universo Marvel para que se parezca a las películas o los dibujos, si no coger ideas o conceptos que tienen potencial y plasmarlos luego en el papel.
EliminarMe parece que los comics no deben ser influidos ni por las nuevas series ni por las peliculas. En los ultimos tiempos se ha modificado un monton de cosas y eso es molesto. Si Furia era blanco y rubio dejenlo así y listo, ese es su origen, no se puede cambiar un personaje y mucho menos la historia solo por ganar un publico más infantil o por hacer una taquillera pelicula.
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